Estudios recienten revelan nuevos tratamientos con menos efectos secundarios y potencialmente más efectivos.
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune crónica que afecta al sistema nervioso central. En términos simples, es cuando el sistema inmunológico ataca por error una sustancia llamada mielina, que recubre y protege las fibras nerviosas. Esto provoca interrupciones en la comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo, generando una amplia variedad de síntomas.
Aunque aún no existe una cura, los avances científicos más recientes están dando nuevas esperanzas a millones de personas en todo el mundo.
Tratamientos Recientes: Más efectivos y con menos efectos secundarios
En los últimos años, la medicina ha dado pasos gigantes en la lucha contra la EM. Uno de los mayores logros es el desarrollo de nuevas terapias modificadoras de la enfermedad (DMTs, por sus siglas en inglés). Estas terapias no curan la EM, pero ayudan a frenar su progreso, reducir la frecuencia de los brotes y mejorar la calidad de vida.
Entre los tratamientos más destacados encontramos:
- Medicamentos de nueva generación: son más específicos y producen menos efectos secundarios. Algunos incluso pueden tomarse por vía oral o con inyecciones menos frecuentes.
- Nuevas terapias inmunológicas: se están investigando tratamientos que "reeducan" al sistema inmunológico para que deje de atacar a la mielina. Un ejemplo prometedor son los inhibidores de BTK (Bruton’s Tyrosine Kinase), que actúan de manera más precisa sin debilitar tanto el sistema inmune.
- Remielinización: investigadores están trabajando en medicamentos que no solo detienen el daño, sino que podrían reparar la mielina dañada, lo que abriría la puerta a la recuperación de funciones perdidas.
Terapias del Futuro: Células madre y medicina personalizada
Aunque todavía están en fases de estudio, las terapias con células madre muestran un gran potencial. Se investiga si estas células pueden regenerar tejido nervioso dañado y crear nuevas conexiones cerebrales.
También se avanza en la medicina personalizada, es decir, tratamientos adaptados a las características genéticas y del sistema inmune de cada persona. Esto haría que los tratamientos fueran mucho más eficaces y con menos riesgos.
Por si fuera poco, la inteligencia artificial ya se está usando para analizar datos y predecir cómo podría evolucionar la enfermedad en cada paciente, ayudando así a elegir el tratamiento más adecuado desde el inicio.
El panorama actual es muy diferente al de hace apenas una década. Hoy en día, las personas con EM tienen más opciones de tratamiento, mejor calidad de vida y, sobre todo, más esperanza. Los esfuerzos científicos están enfocados no solo en detener la enfermedad, sino en revertir sus daños.
Si bien aún queda mucho camino por recorrer, los avances son constantes y prometedores.
Fuente: National Institute of Neurological Disorders And Stroke
Esclerosis Múltiple, Últimos Avances